El ser humano ha necesitado cubrirse mientras descansa.
Siempre nos gusta taparnos mientras descansamos, bien sea en la siesta, mientras vemos una serie o durante nuestras horas de sueño. Algo para taparnos siempre ha sido, es, y será bienvenido.
Nuestros antepasados empezaron a taparse con pieles, luego con sedas, con tejidos de algodón… todo evolucionaba según avanzaban los tiempos.
Y con el tiempo llegó el que ahora conocemos como “nórdico”, se le apoda con ese nombre porque su origen viene de las zonas más frías del planeta.
Los escandinavos fueron pioneros y son los que inauguraron el uso de este tipo de ropa de cama.
Descubrieron que las plumas o el plumón de pato les aportaba mucha calidez, y además el aislamiento que aportaban superaba con creces las pieles que venían usando.
Las metían en unos sacos y con ellos cubrían las camas.
Aprendiendo de la naturaleza
Les llamó la atención el calor corporal de los patos en tierras tan frías y se dieron cuenta que era gracias a su plumaje. Les protegía del frio y de la humedad.
No lo dudaron, y utilizaron lo que la sabia naturaleza daba al animal, para protegerse ellos.
La expansión del nórdico
En las zonas de Gran Bretaña y Estados Unidos, estaba muy extendido el uso de colchas confeccionadas según la técnica de patchwork para abrigarse del frio
Con la llegada de la revolución industrial en el siglo XIX esta técnica entró en declive debido a la producción en serie de mantas y colchas.
En los países escandinavos seguían con su descubrimiento y usando los Nórdicos.
En el siglo XVIII a un escritor inglés, durante un viaje a tierras frías, le llamó mucho la atención que la ropa de cama no era la habitual conocida por él. Se sorprendió mucho al descubrir que utilizaban plumas para abrigarse.
¡¡¡Y os diréis… Ah!!! Es ahí donde empezó todo…. Pues no. Aun siendo una gran solución para el abrigo del descanso, no fue hasta mediados del siglo XX cuando un diseñador inglés comenzó con la importación de estas prendas.
Fácil, rápido y cómodo
Estas nuevas prendas para abrigarse durante el descanso cautivaron a la clase media. Entonces eran momentos de austeridad en Gran Bretaña y en muchos hogares tuvieron que prescindir del servicio doméstico, y el uso de edredón nórdico les ayudaba mucho y les facilitó el desempeño de estas tareas.
Aquí y ahora
El uso del edredón nórdico se ha extendido por todo el mundo. Hay tantas variedades para elegir que siempre encontraremos una que se adapte a nuestro clima y nuestras exigencias personales.
Se adapta perfectamente con el estilo moderno que ahora llevamos y lo que descubrieron los ingleses hace ya muchos años, nos encaja a la perfección, y el edredón nos hace la vida más fácil.
¡Relleno nórdico, bienvenido a nuestras vidas!
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