Balasana es una de las posturas de descanso en yoga. En sánscrito, bala significa “niño” y asana significa “postura”. Por eso, Balasana se traduce como “la postura del niño”. 

Balasana es un asana básica, una posición de yoga fácil  y apta para todos los niveles (con excepciones, que te cuento más adelante). Nos ayuda a relajar la espalda baja y los hombros, cosa que siempre es importante, pero lo es mucho más cuando esta zona del cuerpo se carga. Balasana también te ayuda a volver a conectar con tu respiración si tu práctica ha sido intensa.

Beneficios de Balasana

Aunque parezca una postura muy simple y muchas veces no se le presta atención, Balasana tiene beneficios físicos y mentales fundamentales:

  • Puede ayudar en momentos de estrés: es una postura que puedes practicar si tienes dolor de cabeza o te sientes muy fatigado. También se suele recomendar hacer balasana antes de irte a la cama si te cuesta dormir.
  • Alivia los dolores de la baja espalda: Balasana te ayuda a estirar los hombros y la musculatura de toda la espalda, pero es especialmente útil para la zona lumbar. Si sufres dolores en la espalda baja y no son muy agudos, esta postura puede ayudarte a aliviarlos.
  • Es una postura de descanso en yoga: las asanas de descanso y las contraposturas son muy importantes en yoga, porque te ayudan a volver a equilibrar el cuerpo después de haber hecho un trabajo intenso con una parte concreta del cuerpo. Balasana es una postura muy relajante.

Consejos para la postura del niño

Balasana es una postura sencilla, pero eso no significa que no debas aprender a hacerla bien. Es una postura fundamental que vas a practicar muchas veces en tu camino de yoga.

Para realizar la postura del niño, primero ponte de rodillas. Tus rodillas deben estar al ancho de tus caderas, ni más juntas ni más separadas. Después, junta los pulgares de los pies y siéntate sobre los talones, con la espalda bien recta. Exhala y ve bajando y redondeando la espalda hasta que tu pecho se apoye sobre tus rodillas y tu frente llegue a tocar el suelo. Por último, coloca tus brazos paralelos a tu cuerpo, con las palmas hacia arriba.

Como Balasana es una postura de descanso, puedes hacerla todo el tiempo que quieras, pero se suele recomendar mantenerla entre cinco y diez respiraciones. Puedes hacerla al final de tu práctica o entre distintas posturas si notas que tu cuerpo te pide un momento de relax o de estiramiento, especialmente después de las asanas de extensión o backbending como contrapostura para suavizar la zona lumbar.

Variantes de balasana

Balasana con los brazos hacia delante o hacia los lados

Esta variante de la postura del niño te irá bien si durante la práctica has trabajado mucho los hombros y los brazos. Te ayuda a relajar la zona. También sirve para estirar el torso.

Balasana con las piernas abiertas

Es una variante de la postura del niño recomendada si no quieres apoyar el vientre y el pecho contra las rodillas o si estás embarazada. Si este es tu caso, te recomiendo que adaptes tu práctica ayoga prenatal

Fuento de informació: xuanlanyoga

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